La tómbola sigue operando como si nada. Seguimos esperando que nos toque. Creo que es difícil evitarlo en el estado en que están las cosas. Hoy le tocó fue a mi suegro. Ex militar y chavista para más señas. Llegando a su casa del banco esta mañana se encontró con la no muy grata sorpresa de que le venían siguiendo. Lo encañonaron y le quitaron lo que había retirado, un millón y medio de bolívares. Se ganó un cachazo, el susto, y el premio de poder contar la historia. No muchos tienen esa suerte.
Con tal de que no nos saquemos el premio "gordo" :-(
ResponderBorrarLo triste es que nos conformamos y decimos: pero por lo menos no lo mataron... (como si el susto de que solo te roben y te peguen sea algo que agradecer)
ResponderBorrarUn abrazo.