lunes, julio 20, 2009

Apollo 11, 40 años después



Han pasado ya cuarenta años y la imagen de esa noche permanece en mi memoria. Algo borrosa ya que estaba apenas por cumplir ocho años de edad y cuando uno es así de jovencito el sueño es cosa seria. Ya el proyecto Apollo en esos días era algo primordial en mi interés por el mundo. Recuerdo haber coleccionado recortes de periódico y esperado con ansiedad lo que iba a ocurrir esa noche. Todo el planeta estuvo pegado a los televisores durante esas horas del alunizaje. En vivo y en directo desde la mismísima Luna.

Si, cuatro largas décadas. El proyecto Apollo para mi generación fue algo realmente trascendente. Gracias al proyecto Apollo estudié ingeniería y nació mi interés por la física, la mecánica, la astronomía y la computación. Gracias al proyecto Apollo mi visión del universo es otra.

Pero después de ese largo tiempo creo necesario que miremos con atención lo que fue ese proyecto para toda la humanidad. Si, aunque fueron los estadounidenses los que fueron y plantaron su bandera, el proyecto fue entendido como algo de todos, de la especie humana. Es necesario que recuperemos ese espíritu de aventura, de tomar riesgos calculados, de confiar en la ciencia y en el conocimiento, y de explorar lo que nos ofrece el universo. Pero para hacerlo debemos superar los problemas terrestres que nos mantienen ocupados en guerras sin sentido, en diatribas religiosas que parecen medievales. Resolver problemas como el hambre y la pobreza y de una vez por todas enfrentar el reto de la supervivencia como especie. Debemos sobrevivir, y para hacerlo debemos expandirnos a otros mundos.

Ya ayer lo decían los astronautas en varios discursos conmemorativos en Washington. Hay que ir a Marte. Pero para hacerlo debemos ir todos juntos. Y todos implica no solamente los países desarrollados, implica todos.

Nancy Atkinson de Universe Today hizo un resumen de enlaces de este importante aniversario que es bueno revisar.

La imagen de la huella en la Luna es cortesía de NASA.

domingo, julio 12, 2009

Neruda siempre

Hoy es 12 de julio. Neruda estaría cumpliendo 105. Y todavía hay algunos con la osadía de nunca haber disfrutado sus palabras, sus memorables paseos por nuestra alma. El poema 15 de sus "Veinte poemas y una canción desesperada" está entre mis favoritos inmortales.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

sábado, julio 11, 2009

No, no es como en Viaje a las Estrellas

Esta mañana revisando twitter me encontré con esta nota que publica Wayne Hale, antiguo director del programa del Transbordador Espacial de la NASA. Wayne comenta en la nota de su blog que nuestra generación de una y otra forma resultó algo perjudicada por la utopía que Gene Roddenberry y su elenco nos mostraba cada día en los famosos capítulos de la serie Viaje a las Estrellas. Ese futuro lleno de emocionantes aventuras entre los planetas de la Galaxia está resultando cada vez más lejano e incierto. Pasan y pasan los años y nada que descubrimos exóticas formas de vida inteligente o civilizaciones alienígenas. Parece que estamos como estancados, apenas orbitando nuestro planeta y si acaso explorando tímidamente los planetas más cercanos.

La vida real no está resultando como en Viaje a las Estrellas. Y si Wayne, que trabaja todavía en la NASA, lo dice con algo de desesperanza al ver como a esa agencia le recortan el presupuesto para atender gastos militares y guerras en otros países, pues que quedará para nosotros habitantes de un tropical país del tercer mundo donde todavía se tiene la creencia de que un líder mesiánico es mejor que crear una estructura sólida de verificaciones y equilibrios.

Nuestro tercermundista pero querido país necesita con mucha urgencia de esa visión increiblemente positiva que tenía la serie Viaje a las Estrellas. Eso que Wayne muy acertadamente comenta al final de su nota: "el trabajo duro, arriesgar, buen juicio, confianza, y compasión nos llevará a grandes beneficios a toda nuestra sociedad. A todas las sociedades de la Tierra."

Muchos dirán que nuestra revolución bolivariana es justamente eso. Yo sinceramente lo dudo. Nada más basta echar un vistazo alrededor para ver que la gran visión socialista de nuestro gobierno no será más que un fracaso más, a expensas de un valioso tiempo perdido.