lunes, febrero 26, 2007

Realidad cotidiana

Pareciera que estos días de fines de febrero ya son de mediados de Marzo. El valle aragüeño está cada día más caliente y más lleno de cenizas. No solo es la tradicional quema de la caña de azúcar, también son los anuales incendios forestales que ennegrecen los cerros y hacen que la ceniza caiga sobre todo. He barrido el patio de la casa casi que con desesperanza. Es que se parece al país, pienso. Por más que barro y sacudo de cenizas y polvo todo, al siguiente día vuelve a estar como antes, o peor. Y el país igual, como que lleno de cada vez más ceniza y polvo en espera de la temporada de lluvia y limpieza que no termina de llegar. Las conversaciones políticas ahora no son de crítica acérrima, más bien parecen comentarios huecos, como resignados, como de alguien que impotente ve como todo cambia en la dirección que no nos gusta. Y hasta los blogs de gente pro gobierno son como dedicados a otra cosa, salvo excepciones por supuesto. ¿Y qué nos queda en este clima de cenizas? La ética y la moral nos recuerda todo el tiempo Emeterio Gómez. Y creo que tiene mucha razón. Vuelvo entonces a la biblioteca y releo los "Cinco escritos morales" de Eco. Y llego a la misma conclusión de los visos de fascismo que tienen muchos en este país. Muchos en el poder y muchos que lo adversan. Hasta el escrito sobre la prensa me vuelve a impresionar. La mente acuciosa y brillante de Eco le permite otear el futuro con gran acierto.

Y creo que muchos estamos en la onda de tratar de sobrellevar esto, al estilo supervivencia extrema. Intentando tomar algo de la euforia con que se expresan algunos que apoyan esta revolución. Pero como que uno siempre ve más allá del bosque y nada más unos minutos viendo al supremo líder en TV bastan para quitarle la esperanza a cualquiera. El episodio del otro día con el periodista de O'Globo me pareció patético. La verdad, siempre me parece patético el tipo. Con todo y que le doy la razón en algunas cosas, pero en otras definitivamente se le nota solamente la intención hipócrita de quien solamente quiere aferrarse al poder con todo lo que puede. La revolución me parece que está pasando de la fase adeca a la fase totalitarista, aunque lo de totalitarista se le nota desde hace ya bastante tiempo. Nada más hay que fijarse en la total hegemonía que tiene la última palabra del líder en todos los poderes del Estado. Supongo que hay disidencia en los cuadros chavistas, poca es la que he visto pública, pero supongo que debe ser real. Nada más hay que esperar a ver como se desarrolla este año, a ver como sigue la ceniza cayendo y con la misma actitud de siempre, con la escoba en la mano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

realmente, siento que esto va muy ràpido... cada vez que leo los periòdicos me provoca salir corriendo! Y esta situaciòn ya se està convirtiendo en algo cotidiano como tu bien dices...

vamos de la incertidumbre a la aceptaciòn como si fueramos al matadero....

Anónimo dijo...

Yo me voy. Lo siento por los que se quedan aquí, pero la vida es solo una y tengo que aprovecharla.

Soy joven, profesional, muy demandado en otros países. En este país siento que no me quieren. Siento que me quieren callar, ahogar, matar. La paranoia me invade.

Haré como lo hicieron mis padres: agarraron sus maletas y se fueron a donde tenían mas oportunidad. Venezuela será pa las vacaciones.