Estaba viendo esta tarde la transmisión en vivo de lo que ocurría en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Recordé la vez que estuve allí, ya hace un montón de tiempo. Era un 12 de Octubre recuerdo y escogimos ir a conocer el famoso edificio en Nueva York. Llegamos a la puerta y como típicos venezolanos dijimos que queríamos conocer el sitio. Nos dijeron con una sonrisa que hacían visitas guiadas pero que que había que hacer reservación. Pero claro, con más sonrisas pudimos colarnos en la visita que iba a comenzar y que era dirigida por una simpática mexicana.
La visita comenzó pasando por una cantidad de carteleras donde nos enseñaban la organización de la ONU, como funcionaba y para que servía. Vimos una exhibición sobre Hiroshima y lo terrible de las bombas atómicas y luego una sala con montones de obras de arte regaladas por gente de todo el planeta. Pasamos por las diferentes salas, entre ellas la del Consejo de Seguridad y la de la Asamblea General, que por cierto estaba sesionando en ese momento. La visita nos pareció espectacular. El personal de las Naciones Unidas nos hizo sentir como en nuestra casa e hicieron mucho énfasis durante el trayecto que todo lo que veíamos allí era también nuestro.
El Consejo de Seguridad de hoy lucía grave y serio. El presidente de turno, el embajador japonés, dirigía con mucha seriedad y en un perfecto inglés la sesión. Ví como se leía la resolución a votar que imponía restricciones al gobierno de Corea del Norte por su violación al tratado de no proliferación nuclear. También las intervenciones de varios embajadores, el argentino, el chino, el británico y el ruso.
Se votó y fue unánime la aprobación del texto de la resolución.
Luego vino la intervención del embajador de Corea del Norte. Me pareció patética. Llena de referencias al parcialismo del Consejo de Seguridad, tratando de justificar que Corea del Norte tenga bombas nucleares y por último amenazando al mundo entero diciendo que responderían a cualquier intento de intervenir en su país. Luego este señor se paró y se fue. Dejó la silla vacía, cosa que aprovechó el embajador estadounidense para decir que así era que ellos dialogaban. La estrategia norcoreana me pareció la misma de siempre. Primero amenazo y después observo las reacciones. Muy rara esa manera de negociar, al menos para nosotros los occidentales acostumbrados a mentar madre cuando nos amenazan.
El próximo Secretario General para remate es de Corea del Sur. Supongo que son tiempos muy decisivos para esta tan criticada organización. Será responsabilidad de Ban Ki-moon vencer estos grandes obstáculos y lanzar a la ONU a un verdadero organismo mundial que nos ayude a sobrevivir con éxito en este planeta.
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