viernes, agosto 08, 2008

Olimpiadas cuestionadas

Nuevamente los medios de comunicación nos inundan con el magno evento del deporte mundial. Esta mañana se celebró la ceremonia de apertura de los XXIX juegos Olímpicos allá en Beijing.

Y nuevamente todos volvemos a cuestionar al movimiento olímpico y a esta especie de feria gigante del deporte donde cada vez vemos como la influencia de las grandes marcas y las grandes multinacionales es cada vez más decisiva por el aporte financiero que éstas suministran. La olimpiada en China ha sido duramente cuestionada. Todos conocemos que los chinos han creado en ese país una extraña mezcla del comunismo más ortodoxo y conservador con el capitalismo más salvaje. Son muchas las denuncias sobre las violaciones a derechos humanos fundamentales como las libertades políticas, el acceso a la información o la aplicación de la pena de muerte. Todo esto es como un velo sobre la olimpiada que además se celebrará en instalaciones construidas con gran sacrificio. Sacrificio que incluyó desalojos masivos de miles de personas por la fuerza. Esas miles de personas, hoy sin hogar y muchas al parecer sin indemnizar, son una sombra sobre los juegos.

Pero en la historia el movimiento olímpico moderno ha sido una constante esto de cuestionar a los países donde se celebra la olimpiada. Siempre ha habido problemas y peros. Desde aquella olimpiada inaugurada por el mismísimo Hitler hasta las organizadas por los soviéticos con aquel recordado osito Misha que lloraba en la ceremonia de clausura. Y siempre el movimiento olímpico ha conseguido llevar a cabo el evento casi sin contratiempos.

Creo que el Comité Olímpico Internacional debiera prestar mucha más atención al ambiente donde se celebra la olimpiada. Creo que no todo es dinero y gastos millonarios. Hay que preservar el espíritu olímpico original. Ese espíritu que hace que miles de personas promuevan el deporte y la vida sana en todos los lugares del planeta y que lo hacen por el simple amor al deporte. Me gustaría saber que están haciendo al respecto y el como enfrentan las críticas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Todas ésas cosas que empeñan las olimpiadas las he pensado mucho. De hecho, cuando se habló de boicotearlas me parecía que había razones suficientes para hacerlo; pero dejaba de parecerme justo cuando pensaba en los atletas que tienen 4 años preparándose para estar allí, o toda la vida en el caso de aquellos que van por primera vez...

JRD dijo...

El comunismo más ortodoxo y conservador. Como dice mi chama: ¡Guao papá!

Un placer leerte. De todos modos.

Kira Kariakin dijo...

Andaba reflexionando en la misma onda que tú... y creo que nadie se salva. No hay gobierno o sistemas inocentes. La inauguración fue espectacular y entonces piensas en la opresión de Tibet, en los estudiantes muertos y presos de Tiananmen, en Darfur, en el veto a la condena de Zimbabwe y al final no sabes si podrás disfrutar del evento sin sentirte culpable y te preguntas si algunos de esos atletas dirá o hará un gesto al respecto. Pero la plata es lo que cuenta siempre y está difícil que el mundo deje de venderse al poder económico a costa de derechos humanos fundamentales... Por otro lado la organización implicó a una millonada de gente y su trabajo duro lo cual tampoco puede ser despreciado... Pero reduzcamos el parámetro a nuestro propio entorno... Apoyar a nuestros atletas aunque el gobierno que los está mandando nos acaba de enchufar una serie de decretos anti-democráticos... Y ahí no tengo dudas porque nuestros atletas son venezolanos bajo el gobierno que sea y antes que nada.
Supongo que los chinos a pesar de todos los atropellos que sufren (unos más que otros supongo) sienten igual.
Quedan dos semanas del evento. A ver qué reflexión nos deja todo.

Waiting for Godot dijo...

Los atletas han sido amenazados, si opinan algo de la política del país, están fuera. Así de simple. Al final todo se mueve así, no hemos cambiado tanto, con Hitler se hicieron los pendejos, hoy todos nos hacemos los pendejos. Mucho pensamos en que no es justo etc, pero muy pocos hacen realmente algo y si esperamos a que el Comité haga algo, entonces si que creemos que Candy Candy es una historia real. Besos.

Same dijo...

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Martha Colmenares dijo...

Muy cierto lo que dices. Me ha encantado conocer tu blog, un hallazgo. Voy a enlazarte a mi lista de amigos, si me lo permites.
Saludos, Martha Colmenares
http://www.marthacolmenares.com/

romrod dijo...

gracias Martha! saludos!

Lycette Scott dijo...

Yo sólo puedo decirte que aparte de las muchas cosas, el cuento de la niña de la ignauración me pareció lo más horrible.
Eso sin contar con los jueces, vi un combate de judo en donde le dieron la medalla por decición de jueces a la china, cuando claramente era para la cubana