jueves, agosto 24, 2006

Barreto

Dos comentarios con respecto al asunto este del alcalde metropolitano.

Primero que cada quien es responsable de lo que dice. Allá él y su incendiario estilo para conciliar y llegar a acuerdos necesarios para la Gran Caracas. Cosa que dudo después del exceso de hormonas y adrenalina de la otra noche.

Segundo que la oposición no debiera encandilarse y caer en el juego pacato de horrorizarse porque Barreto utilice un lenguaje soez para dirigir la política pública o que haya insultado a los yuppies de Chacao y Baruta. No. Lo esencial es irse a la sustancia del discurso. A lo conceptual. A como la actual oligarquía política concibe el concepto de propiedad y el uso de la amenaza como mecanismo de intimidación. Acuérdense de la absurda revolución urbana de los cubanos, eso es lo que tiene encandilados a estos revolucionarios nuestros del siglo XXI.

5 comentarios:

Mikele dijo...

Me parece muy buena tu apreciación… la mejor de los opositores que he leído hasta ahora…(por fin!!!)
Al fondo entonces…

Lycette Scott dijo...

No me vas a creer Rom, pero anoche la indignación no me dejaba dormir, no es que este par de alcalde sean unos santos, pero los comentarios de Barreto no son propios de una persona que ocupe un alto cargo público

Ramón Salazar dijo...

Bueno, ese es el problema. La oposicion se enfrasca en una de "Metanlo preso me dijo marico". Mientras se obvian muchas cosas comprometedoras de las que dijo Barreto, ejemplo: "despues de las elecciones vas preso". ¿Como el sabe eso?

Saludos

Klaus Meyer dijo...

1.- Expropiaciones arbitrarias (¿hay alguna que no lo sea)?

2.- Estalinismo por el buche.

3.- Linchamiento moral, "guapo y apoyado".

4.- Politizacion de justicia.

Cuatro punticos para sacarle filo al discurso (lo de las groserias solo son la decoracion del teatro).

Saludos.

romrod dijo...

critico la forma cuando digo "el uso de la amenaza como mecanismo de intimidación", o sea el linchamiento público de estos señores como forma de encender pasiones baratas. Eso es más importante que el hecho en sí de sus patanerías. Es la sustancia.

Además, está la otra parte, lo que dijo cuando no estaba en esa especie de éxtasis revolucionario, eso también hay que pararle y no dejarse encandilar por el histrionismo barato. Ese ataque emocional que tuvo el alcalde hay que leerlo con seriedad ya que dudo que no sea parte de una estrategia.