domingo, marzo 06, 2005

No debe haber temor de algún giro radical

Nacional y Política - eluniversal.com

Los domingos son días de revisar en detalle la prensa. Además los deliciosos 36 grados celsius que hacen a esta hora en los valles aragüeños no dejan para mucho realmente. Sudar y sudar...

Leo en primera plana de El Universal la entrevista a Diosdado Cabello donde insiste en que no se asusten señores que aquí los comunistas come niños no van a venir.

Mi opinión coincide completamente con Diosdado. Esto no es comunismo ni va a llegar a ser nunca un comunismo. Aquí lo que hay es socialismo. Lo está diciendo el gran jefe de la revolución mesma en la India. El socialismo es la vía.

Pero el punto es que Venezuela desde hace décadas es un país socialista. Y esto lo enfatizo porque hay muchos caídos de la mata que no sabían esto. Por décadas hemos sufrido control de precios, inflación, controles de cambio, déficit fiscal y reserva de actividades de la economía al estado. Así que señores no se preocupen. Ya éramos y seguimos siendo un país socialista.

El otro punto es lo de la revolución, palabra que atemoriza a un gentío. Muchos creen que Chavez nos está llevando al comunismo fidelista. Yo lo dudo. Después de vivir seis años en esta revolución mesma la verdad es que no veo muchos avances, desde el punto de vista comunista digo. Y eso lo digo después de haber pasado años leyendo a Marx, Engels, Lenín y hasta repasado mil y una vez el antimanual de Ludovico, que en paz descanse. Para una revolución hace falta violencia, al mejor estilo del Ché y de Truong Ching. Eso implica, tal como hicieron los bolcheviques, echar abajo toda la estructura social vigente y de las cenizas crear algo nuevo, diferente. Para esto hace falta un verdadero ejército de personas comprometidas y un despelote social y económico que justifique la revolución para que cale en todos los estratos de la sociedad. En otras palabras, disciplina, orden y una organización leninista.

Ahora. ¿Es eso lo que tenemos aquí?. Yo no lo creo. Desde mi parcializado punto de vista que es por supuesto producto de mis vivencias diarias en esta Tierra de Gracia, lo que veo es desorden. Corrupción a todos niveles. Coqueteo con las formas más radicales del capitalismo más liberal que hay y disfrute de las clases ahora en el poder de una Venezuela mucho más saudita que la de CAP.

Todavía no es posible sacarse la cédula sin que lo martillen a uno. Muchos trámites con permisos del gobierno siguen estando acompañados del martillo. Ni hablar de las licitaciones con organismos del estado, donde hay martillo y sectarismo. Y ni hablar de la redistribución de lo poco que producimos. Los ricos más ricos y los pobres más pobres. ¿Y se está haciendo algo para cuando no tengamos más petróleo? Nada. Seguimos con el modelo rentista y sin una visión clara de como vamos a alimentar a este gentío cuando a mediados de este siglo, o quizá antes, ya no tengamos petrodólares.

Así que somos socialistas desde hace tiempo y seguimos teniendo un estado corrompido e ineficiente, botarata, y sin visión clara de los problemas a que nos tendremos que enfrentar en apenas unas décadas. Así no se va al comunismo ni de broma.

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