El anuncio de nacionalizar la industria del cemento es solo un paso más para la ansiada meta de esta revolución de convertirnos a todos en empleados públicos. Ya el Estado venezolano es dueño de grandes sectores de la economía nacional y gente como yo pues no puede subsistir sin tener de alguna manera que venderle al gobierno/estado que ya prácticamente es lo mismo.
Esto por supuesto lo que traerá es lo mismo que trajo antes. Desorden y despilfarro. Las empresas nacionalizadas son expertas en botar plata ya que son manejadas no con criterios gerenciales sino con criterios políticos. Y no lo digo por hablar, nada más vea Ud. mismo el estado en que se encuentran los organismos estatales, sin importar si son servicios públicos o empresas de estas recién adquiridas. Nada más esta semana unos amigos fueron a hacer un trámite en la PTJ de Cagua y estos policías ni siquieran tienen teléfonos para llevar a cabo sus labores. Si, así como lo oyen, el departamento de policía de investigación de mi pueblo no tiene servicio telefónico y tienen que depender de la gente que va para allá para que les presten los celulares para ellos poder comunicarse. El mismo desorden y deterioro puede verse en casi cualquier organización estatal con contadas y honrosas excepciones. Bueno, ahora extendamos esto al área cementera.
En mi humilde concepto de como debe funcionar un país yo lo que vislumbro es una sociedad donde el sector privado sea el que lleva la voz cantante. Un sector privado desde luego que sea altamente competitivo y donde el capital esté distribuído en toda la sociedad de manera libre. Donde los activos productivos del país estén en manos del pueblo organizado bien sea en compañías anónimas, o cooperativas, o cualquier otra organización donde la libertad de acción esté determinada por la voluntad de los participantes en esa actividad económica. Un país donde se gestione el ahorro como vía para crecer y producir riqueza y donde el gobierno tan solo sea un proveedor de servicios para administar aquellas cosas que determinemos sean comunes.
Pero parece que el camino escogido por los adalides de esta revolución es otro. Prefieren el estatismo, el capitalismo arrollador del estado. Así que todos tarde o temprano terminaremos siendo empleados de este super Estado que está dirigido por gente que considera enemogos a los que disienten. Es una excelente manera de ponerle un bozal de arepa a todo el país.
1 comentario:
Servidumbre es la condicion de quien trabaja y no puede cambiar empleador...
Servidumbre es la condicion de quien recibe un salario que no puede cambiar por otro tipo de valor donde desee...
Los patrones de hacienda, primero tenian esclavos a los que les ponian grilletes. Luego hacian endeudar a sus peones y les pagaban en fichas que solo en SU pulperia tenian valor.
El estado socialista es algo mas sutil: Te cambia el paisaje alrededor. Asi que un buen dia te despiertas viendo que hay un unico empleador, que no esta permitido hacer negocios por cuenta propia, y que el salario que se te da no lo puedes llevar fuera y no lo puedes cambiar. Una de dos, no? ya tenemos control cambiario.
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