lunes, junio 13, 2005

Sobre Astronomía y otras aficiones

En estos días Pino, un bloguero amigo, me hizo una consulta sobre libros de astronomía para principiantes. Le contesté brevemente en su blog, pero después me puse a pensar un poco sobre la astronomía como afición y cómo fué que empecé en esto. Supongo que hay algunos por ahí con ganas de empezar o con simple curiosidad sobre el tema. Les cuento.

Soy de la generación Apolo. Tom Hanks y Ron Howard también lo son. Por eso fué que les dió por producir "From the Earth to the Moon" al primero y dirigir "Apollo 13" al segundo.

Mi generación asistió a esa proeza humana que fué el proyecto de ir y volver a la Luna. Todavía recuerdo esa madrugada del 20 de Julio de 1969 cuando Armstrong y Aldrin dieron un paseo por el Mar de la Tranquilidad. Y creo que muchos de los que vimos en "vivo y en directo vía satélite" esos viajes, como Hanks y Howard, quedamos tocados para siempre. A mí me dió por la astronomía, por la ingeniería y por la aviación.

Todos los que me conocen saben de mi afición por la astronomía, afición que desarrollé de pequeño. Recuerdo que en esos días del hombre en la luna, por allá en 1969 (iba a cumplir ocho años), un primo me regaló un librito llamado "Secretos del Cosmos". Creo que publicado por la editorial Salvat. En esos días la información sobre temas del espacio y de las estrellas se limitaba a lo que podía conseguir en viejas enciclopedias o en uno que otro atlas que había por ahí en casa de algún tío. Me la pasaba en eso. Tratando de leer todo lo que fuera posible sobre astronomía y viajes espaciales.

A principios de los setenta mi familia se mudó a Maracay. Allí terminé mi primaria y continué con el bachillerato. Y en mis tardes libres devoraba cuanto libro de astronomía caía en mis manos o leía con mucha atención la sección de planetas que traía el Almanaque Mundial. Este almanaque, que creo que todavía venden, traía un capítulo que describía qué planetas se podían ver en el año en cuestión y hacia dónde había que mirar para verlos. Allí pude descubrir a Venus, planeta que veía en las tardes, a Saturno, planeta al que le descubrí los anillos una noche montado en el techo de mi casa con un pequeño telescopio refractor que me habían regalado y que casi me provoca una caída por la emoción, y en 1976 pude observar en las madrugadas al hermoso cometa West. Ya en 1977 tenía mi primer telescopio de importancia. Un Celestron de 8 pulgadas que todavía conservo. Con el Celestron me dediqué a ver todos los planetas menos Plutón, que está muy lejos, y un montón de otras cosas.

Cuando me mudé a Caracas por lo de ir a estudiar a la USB me dediqué a conocer gente metida en la astronomía. Participé en encuentros nacionales y en programas de observación. Escribí reportes a revistas de aficionados e incluso empecé a formar a nuevos aficionados en temas como observación de estrellas variables, observación de planetas, observación de lluvias de meteoros, identificación de estrellas y constelaciones y fotografía. Son muchos los temas de la astronomía aficionada y donde uno puede participar haciendo aportes serios a la comunidad científica internacional.

Ahora con los años, con los compromisos familiares y con el ajetreo de la vida moderna, creo que he conservado lo esencial en mi práctica de la astronomía aficionada. Y es mi amor por un cielo estrellado. Todavía quedo congelado ante un cielo lleno de estrellas en una noche limpia y oscura. Y es eso lo primero que recomiendo a los que quieren iniciarse en la astronomía como afición. Lo primero es llegar a conocer el cielo con los instrumentos con que nacimos, nuestro ojos. Nada de telescopios ni inversiones cuantiosas. Los ojos, algún mapa estelar que saquemos de la Internet, y ganas de estudiarse el cielo y las constelaciones. Con el tiempo podemos pasar a algún telescopio modesto y explorar cúmulos estelares, nebulosas, galaxias y estrellas dobles. Y participar con otros aficionados en proyectos de observación o en simples fiestas estelares, que consisten en ver estrellas, traer telescopios y termos de café mientras nos deleitamos con el cielo.

Ya no participo mucho en encuentros de aficionados a menos que me inviten a dar alguna charla sobre un tema en particular. Pero sigo recorriendo escuelas y colegios hablando de estrellas y astronomía y observando cada vez que puedo el cielo por el simple placer de ver estrellas y mostrarle a cualquiera la Vía Láctea o la historia del escorpión y Orión.

Y de vez en cuando personas como Pino se me acercan para que los aconseje, cosa que hago por supuesto con mucho placer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre le pregunto a mis papas como fue ese dia, en casa tambien somos adictos a esos fenomenos, mas tarde pongo un link sobre el eclipse del año proximo al q pienso ir.
Una de las cosas q no me gustan de aca es precisamente algo tan estupido como no poder ver un cielo estrellado por tanta luz artificial.
En el Sahara deben ser lo maximo, o el Gobi, o en Rapa Nui, algo asi perdido del mundo entero.

pino dijo...

A finales del año pasado haciendo un favor para ganarme unas chivas un amigo que es dueño de un club de alquiler de dvds a mi y a the_input nos pidió el favor/pagado de ripear y copiar los 7 dvds de la serie cosmos más o menos en unas 16 horas. La cosa se complicó cuando por petición antojada de mi esposa quiso que dejáramos unas copias para nosotros.

De este tema tenía muy pocas referencias, pero debo decir que carl sagan me dejo inspirado en el tema, aunque igual un poco perdido.

Desde que ando en esto de los blog, este es uno de los que más frecuento aunque sean pocas las veces que comente, y he seguido pista de tus datos astronómicos y ambientales.

Aquí en mérida, generalmente cuesta ver las estrellas, no sólo por la luz artificial sino también por la gran cantidad de neblina que por lo general se posa a unos escasos 500 metros del suelo. Pero el otro día y como es común que pase cuando llueve acá se fue la luz y al rato de escampar sin nubes por mojar pude ver una noche despejada, estaba lamentablemente solo en el apto pero pude ver un cielo completamente estrellado que no veía desde la infancia. Desde ese día ando hurgando con el primer medio que dispongo como lo es el internet, y ahora, con estos amables consejos que me ha dado un conocedor.

Saludos y gracias.
P:D Aún tengo los 7 DVDS de la serie cosmos. Están disponibles.

Gabriel dijo...

Hoy se celebra en México el International Webbloger Day, asi que pasé solo a compartir contigo algo de este día. Felicidades.

Gabriel dijo...

Yo también ví la caminata sobre la luna, me puedo considerar por lo tanto de tu generación, pero con unos pocos kilómetros mas de recorrido. Por razones obvias me tocó ver mucho hacia el cielo, tanto de día como de noche, me servía para posicionar mi barco en alta mar. La práctica permitió la facilidad de ubicar constelaciones, estrellas y planetas. Lo que mas me costo fue posicionarme con las estrellas fugaces jajaja. Siempre por acá amigo, leyendo cosas buenas.