Estuve viendo con detenimiento
un vídeo que subió el pana Luigino a la Internet que ha causado bastante rechazo en la blogósfera. Se trata de un extracto del programa "Balance" que dirige una señora llamada Beatriz de Majo.
No voy a repetir de que va el vídeo. Solamente voy a comentar el racismo de la moderadora. Según ella solamente los descendientes de europeos, como ella que dice tener raíces francesas y alemanas, son los que de verdad pueden echar palante. Racismo del más puro. Aunque lamento decepcionar a la Sra. de Majo, no creo que ella pudiera pasar los estrictos exámenes de "limpieza de sangre" que mi antepasado Antonio Viso dirigía por allá a finales del siglo XVIII. Muchos franceses y alemanes en su sangre. Y ni hablar de que pasara la inspección de la raza aria que promovía Hitler. Tampoco. ¡Franceses! ¡fuchi! diría el Führer.
Pues si Sra. de Majo. Los conceptos emitidos en su programa por su persona son racistas y llenos de generalizaciones peligrosas, como esas que les gusta a los racistas y fascistas. Eso de decir que los venezolanos somos flojos porque es nuestra etiqueta es igualito a decir que los italianos son todos mafiosos, o que todos son cantantes de ópera. Y lo de decir que los países tienen una "etiqueta", bueno eso son ganas suyas de querer estereotipar. Se que los estereotipos existen, pero el nuestro le aseguro que no es el de flojo. Quizás sea el de fiesteros, pero no el de flojos.
Y el argumento para decir que no somos flojos no es precisamente ese que Ud. menciona de que la gente se levanta muy temprano o que se yo que otras pistoladas dijo. El argumento no es ese. El argumento es lo que Ud. misma ve a su alrededor. Un país completo lleno de gente que construye. Vea Ud. esos barrios de los que dijo con desprecio que están llenos de gente bebiendo recostada a carros que no eran de ellos. Esos barrios están construidos por venezolanos. Cada ladrillo, cada techo, cada habitación de esas viviendas han sido construidas por hombres y mujeres de este país. Cada plantación que Ud. ve en nuestra geografía, cada bocado de comida que Ud. se lleva a la boca. Casi todo lo que Ud. ve a su alrededor está hecho por gente trabajadora de este país.
Es más. Frente a Ud. estaba la señora esa nacida en Italia. La pobre ni siquiera se ha dado cuenta de que por el hecho de vivir acá por más de cuarenta años ella es más venezolana que muchos. Decirle flojos a los venezolanos es decirse floja ella misma porque ella es también este país.
Y claro que tenemos nuestras personalidades. Nuestra manera peculiar de enfrentar la adversidad y el trabajo duro. Y también nuestro sentido de justicia, que hace muchas veces que ese trabajador oprimido simplemente le valga madre ir a seguir enriqueciendo a ciertos patronos. A veces son actitudes infantiles, pero a veces no, a veces son conductas producto de la incomodidad laboral y con lo dura que a veces es la vida por estos lares. Y por supuesto tenemos nuestros problemas y nuestros vicios como todas las sociedades humanas.
Pero de ahi a generalizar que todos somos flojos, o borrachos, o que le pegamos a nuestras mujeres es un insulto y una declaración de extrema ignorancia de su parte. Y peor aun es atribuir las posibles desviaciones de algunas minorías al origen racial, a su genética. Nada más absurdo.
Ya hay muchas reacciones por ahí, como las de mi amiga
Kareta quien le envió una carta a la Sra. de Majo y también las que leí en
Aporrea y en
Noticias24.