The Day Caracas Stood Still

Estábamos todos de lo más concentrados en nuestras pequeñeces mundanas cuando sobrevino lo inexplicable. Sin energía eléctrica no somos nada. Acá en Maracay no fue tan grave ya que nos la pasamos con fallas eléctricas, la cosa es costumbre pues. Pero en Caracas me dicen que si fue un caos total. Sin el Metro la ciudad queda sumida en el caos. Miles de personas tuvieron que calarse interminables colas y regresar a pie a sus casas.

Salí de mi oficina un poco antes de las cinco de la tarde cuando me convencí que ya era inútil esperar a que volviera la electricidad. Las calles lucían extrañas, sin semáforos había algo de desorden, pero parece que ya mucha gente se había retirado a sus casas. Parecía una escena de la famosa película del año 51. Solo que los carros si funcionaban. En la autopista la cola si era gigante.

Terminé imaginando al gigantesco robot amenazando con tumbar el gobierno y algún chavista diciéndole "Klaatu barada nikto". Pendejadas que uno piensa en el pesado tráfico.

Calentamiento global en la Sierra Nevada

Esta foto fue tomada hace aproximadamente una hora por la webcam que está en la estación de investigación atmosférica de Mérida ubicada en el Pico Espejo. La montaña que se ve allí al fondo es el Pico Bolívar. Casi sin nieve. Y así se ha mantenido con raras excepciones los últimos años. En la página web de la estación pueden verse las fotos tomadas cada hora y también las curvas de temperatura. Estas últimas reflejan el grado del calentamiento de ese sitio, durante la noche la temperatura baja aproximadamente a -1.5 C y luego vuelve a subir a casi 5 C. No hay mucho tiempo para que la nieve permanezca mucho tiempo y solamente en algunos sitios es que puede verse que se amontona.

Y no siempre fue así. Recuerdo que cuando era pequeño solíamos visitar la estación Pico Espejo y siempre estaba completamente nevada. Llegué a ver hasta un metro de nieve frente a la puerta de la estación que va hacia la estatua de la Virgen de las Nieves. La temperatura en esos años a fines de los sesenta bajaba como a diez bajo cero.

Eloy Cano nos muestra en su blog una secuencia de fotos dramática sobre esto.

Bollo de pan

Una de las estupideces del socialismo centralista es la de pretender que todas las interacciones comerciales humanas pueden ser intervenidas y reguladas por el poderoso Estado. A mi sencillamente me parece una estupidez. Sobre todo porque son esquemas que ya probamos en los setenta y ochentas y no funcionaron.

Veamos el caso del bollo de pan. Ese que nosotros llamamos comunmente "pan francés". Resulta que su precio está regulado por el gobierno actual. No recuerdo el precio pero uno obtiene algo así como ocho bollos de pan por unos BsF 2. Pero no hay. No hay manera de conseguir pan francés. Los panaderos decidieron que con el actual precio de la harina de trigo y sus costos operativos pues no les es negocio hacer pan francés. ¿La alternativa? Rescatar nuestro criollísimo "pan sobado". El cual tiene otra receta para su preparación. Creo que tiene un poco de mantequilla por encima para hacerlos ver más brillantes. Es distinto pues. Pero pan es pan, solo que este no tiene el precio controlado y unos ocho bollos de pan pueden costar, de acuerdo a su peso, unos BsF 8.

El mercado no es más que el lugar donde se encuentran libremente vendedores y compradores. No es algo malvado donde solamente los vendedores son los que llevan la palabra. No. Es el resultado de la libre interacción de nosotros los individuos de esta sociedad.

Lástima que la ceguera oficial tenga como resultado el sacrificio del sabroso pan francés.

Palo de agua

La foto parece haber sido tomada de noche. Pero no fue así. La tomé esta mañana a las 7:33AM con mi celular mientras estaba en una cola en la autopista vía a Valencia. La tormenta fue intensa. Con rayos, truenos y centellas, como dice el dicho. Y a las siete y media de la mañana reinaba una oscuridad tenebrosa.

La Zona de Convergencia Intertropical como que nos está pasando por encima anunciando la llegada de la estación lluviosa.

Seguramente inseguros

La delincuencia es un problema grave en nuestro país. No hay día que pase sin que todos los que habitamos en esta Tierra de Gracia no tengamos que enfrentarnos a algún tipo de evento donde se haya cometido un delito.

Esta semana han seguido las olas de robos en mi vecindario y también en zonas vecinas. Anoche descubrimos que una de las rejas de la casa la trataron de forzar con una palanca. No pudieron o a lo mejor tuvieron que irse. Pero unos vecinos si les entraron y les llevaron un montón de cosas.

Y uno vive teorizando sobre el problema. Que si la organización vecinal. Pues si, organizados estamos. Que si vigilancia privada. También hay. Que si control a la entrada de la urbanización. Pues también. ¿Y entonces? Bueno que la cosa es externa. El clima de pobreza, la inflación, la impunidad gracias a nuestro deficiente sistema de administración de justicia, todas variables sobre las que los vecinos parecemos tener poco control.

Ahora el gobierno ataca el lado represivo del problema. Una ley de policía nacional. No la he leído, pero supongo que apunta a poner orden en el montón de cuerpos polciales totalmente descoordinados que tenemos. Todavía no la he leído, voy a ver si google me ayuda a encontrarla.

Sobre el lado preventivo el problema es un plan efectivo contra la pobreza.

Los Simpson

Toda una alharaca se ha formado con esto de los Simpson. El gobierno decidió cambiarle el horario por considerarlo no apto para menores y por esto ya se habla de censura y que se yo que otras cosas. Hasta allí me parece algo dentro de las atribuciones del gobierno. Se supone que el magnánimo Estado sabe más de moral y buenas costumbres que los padres y representantes de la muchachada venezolana. Asi es como lo conciben nuestros políticos.

Pero lo que si me parece exagerado es que se organicen eventos moralistas como este que hubo en el Celarg para teorizar sobre el supuesto daño que Homero y Bart le hacen a los niños venezolanos, violando además sus derechos fundamentales, según estos expertos. Noticias24 reseñó el evento. Y el amigo Luis de Diario de la Crisis también.

La propaganda roja

La propaganda oficial a veces raya en la adulación extrema al líder máximo de la revolución bolibanana esta que vivimos. Por donde uno mire hay letreros rojos y fotos del comandante con cualquier personaje local, bien sea un gobernador, un alcalde o cualquier funcionario que con la ayuda de photoshop decida usar la imagen de Chávez para suponer que este apoya lo que hace.

La foto de esta semana es del peaje de la ARC en Guacara, Edo. Carabobo. Un letrero rojo le anuncia a los vehículos que por allí pasan que los trabajadores del peaje le están agradecidos jalabólicamente tanto a Chávez como al gobernador Acosta Carlez. Un poquito más allá había una valla gigante con Chávez y Acosta Carlez anunciando ya ni me acuerdo que cosa. Y Chávez también estaba en un par de autobuses y en unas calcomanías que llevaban unos vehículos oficiales.

Yo creo que ni el propio Mao tenía tantos retratos regados por ahí.

Esperanzas

Desde hace mucho tiempo he tenido la impresión de que somos bastante duros cuando juzgamos nuestro país. Como que si obsesivamente nos gustara fijarnos nada más en lo malo. No es que eso no sea importante, creo también que la autocrítica es un excelente camino para la mejora continua. A lo que me refiero más bien es a que creemos que todo se está derrumbando inexorablemente con el paso de los años.

Y no es así. Me consta que vivimos en un país lleno de gente hermosa. Algo alocada eso si. Tal vez hasta con ideas muy extrañas como esa de creer que vivimos en un país muy rico solamente porque tenemos petróleo cuando lo cierto es que la pobreza está instalada por todos los lados de nuestra geografía. Pero hermosa de verdad. Y con muchas oportunidades para hacer de este país algo mucho mejor donde vivir y crecer.

Todo esto lo traigo a colación porque hoy fui de paseo con la familia a la playa. Nos dimos lo que en maracayero se llama un catazo. Un viaje a nuestra hermosa bahía de Cata.

Para los que no conocen les cuento que para llegar a Cata hay que atravesar el no menos hermoso Parque Nacional Henri Pittier. Una montaña mágica con una selva tropical nublada increíble. Los árboles creo que crecen como a treinta metros de altura y prácticamente cubren la sinuosa carretera. Subimos hoy no tan temprano. Creo que eran alrededor de las nueve de la mañana cuando pasamos la alcabala de la guardia en la entrada del parque. Inmediatamente notamos una actividad inusual. Por todos lados habían jóvenes en labores de limpieza. A juzgar por la basura que ya tenían recogida en bolsas debían haber llegado bien temprano. Seguimos subiendo por la carretera rumbo a la cumbre y por todos lados estaban los jóvenes, universitarios por las camisas que vestían con diferentes colores y letras que indicaban que eran miembros de grupos ecologistas. Nosotros les sonreíamos y por comentábamos sobre lo lindo de lo que hacían.

Puede haber gente en nuestro país que no les importe ensuciar parques, calles y playas. Pero cada vez hay más gente que si les duele nuestra Venezuela y sin esperar nada a cambio aportan algo positivo a nuestra comunidad. Esos jóvenes de hoy lo demostraron. Callados, sin decirles nada a nadie. Solamente de testigos estábamos los que fuimos hoy a la playa y sus corazones.

Cata estaba hermosa como siempre.

Telefonía moderna

Hubo una época en que una llamada entre dos pueblos vecinos tenía que hacerse por medio de una operadora. Y no me refiero a los años veinte ni mucho menos, fue hace relativamente poco. Mi esposa me recordó hoy al mediodía que una llamada entre Cagua y Santa Cruz, pueblos separados por apenas unos cinco kilómetros de distancia, tenía que hacerse llamando a la operadora. Igual recuerdo yo cuando había que discar el 122 para una llamada internacional. Allí, después que uno lo intentaba durante un rato, te atendía una persona que tomaba los datos como el número teléfonico al que uno quería llamar y la ciudad, país y persona en cuestión. Si la llamada era persona a persona pues uno colgaba y esperaba a que la compañía de teléfonos lo llamara a uno con la tan esperada conexión. Eran tiempos lentos aquellos, tiempos de correos con cartas de verdad, tiempos de distancias muy grandes aun entre pueblos vecinos.

Hoy en día todo es muy diferente. Mis padres andan de vacaciones por Francia y a mediodía tomé mi celular mientras iba por el tráfico maracayero y disqué. Mi papá me atendió inmediatamente su también teléfono móvil y me contó que estaban a unos sesenta kilómetros de Ruán donde esperaban pasar la noche. Creía que por estar mis padres en la carretera iba a tener problemas de conexión. Pero no. Se oía mejor que cuando lo llamo y él está en Cagua.

Mis hijos que son un poco más modernos que yo no se impresionan de algo tan cotidiano como una llamada de un celular a otro celular. Pero yo que conocí el 122 si me maravillo. Pienso en la inmensidad de la distancia y el montón de tecnología y hasta naves espaciales que hacen falta para una llamada tan clara e instantánea.

Preguntas

El sábado estuve con la gente de Fundacite Aragua y la Misión Ciencia en el cuartel de los Bomberos del Estado Aragua aquí en Maracay.

La tarde transcurrió sin contratiempos, creo que atendí en el planetario portátil a unos ciento ochenta jovencitos, todos de las brigadas de bomberitos de la ciudad. Aparte de la visita al planetario la actividad consistía en darles a los chicos diferentes presentaciones sobre el medio ambiente, la ecología, el universo y una charla bien interesante sobre el satélite Simón Bolívar que dio un oficial de la Fuerza Aérea Venezolana.

Al final llegó la hora de las preguntas y respuestas. Las mejores respuestas se llevaría premios que la gente de Fundacite tenía preparados. Premios como libros y juegos educativos. Hicimos tres preguntas de astronomía. Una fácil para seleccionar finalistas. ¿Cuál es la constelación que se parece a una olla? Contestaron como unos diez chiquillos "¡la Osa Mayor!". La siguiente fue cual es el planeta rojo. Dos pequeños fueron los más rápidos gritando Marte.

Quedaban estos dos finalistas que me miraban con ojos que casi se salían de sus órbitas. Imagino que el corazón les latía de manera emocionada. La pregunta final fue ¿cuál es la estrella más cercana a la Tierra?

"¡El Sol!", gritó uno de ellos.

A juzgar por la cara que puso todo el mundo supongo que nadie se esperaba esta respuesta tan rápida y tan contundente. Yo me reí a carcajadas y les dije que efectivamente era la respuesta correcta. El público que contenía la respiración se cayó en aplausos.

El super Estado

El anuncio de nacionalizar la industria del cemento es solo un paso más para la ansiada meta de esta revolución de convertirnos a todos en empleados públicos. Ya el Estado venezolano es dueño de grandes sectores de la economía nacional y gente como yo pues no puede subsistir sin tener de alguna manera que venderle al gobierno/estado que ya prácticamente es lo mismo.

Esto por supuesto lo que traerá es lo mismo que trajo antes. Desorden y despilfarro. Las empresas nacionalizadas son expertas en botar plata ya que son manejadas no con criterios gerenciales sino con criterios políticos. Y no lo digo por hablar, nada más vea Ud. mismo el estado en que se encuentran los organismos estatales, sin importar si son servicios públicos o empresas de estas recién adquiridas. Nada más esta semana unos amigos fueron a hacer un trámite en la PTJ de Cagua y estos policías ni siquieran tienen teléfonos para llevar a cabo sus labores. Si, así como lo oyen, el departamento de policía de investigación de mi pueblo no tiene servicio telefónico y tienen que depender de la gente que va para allá para que les presten los celulares para ellos poder comunicarse. El mismo desorden y deterioro puede verse en casi cualquier organización estatal con contadas y honrosas excepciones. Bueno, ahora extendamos esto al área cementera.

En mi humilde concepto de como debe funcionar un país yo lo que vislumbro es una sociedad donde el sector privado sea el que lleva la voz cantante. Un sector privado desde luego que sea altamente competitivo y donde el capital esté distribuído en toda la sociedad de manera libre. Donde los activos productivos del país estén en manos del pueblo organizado bien sea en compañías anónimas, o cooperativas, o cualquier otra organización donde la libertad de acción esté determinada por la voluntad de los participantes en esa actividad económica. Un país donde se gestione el ahorro como vía para crecer y producir riqueza y donde el gobierno tan solo sea un proveedor de servicios para administar aquellas cosas que determinemos sean comunes.

Pero parece que el camino escogido por los adalides de esta revolución es otro. Prefieren el estatismo, el capitalismo arrollador del estado. Así que todos tarde o temprano terminaremos siendo empleados de este super Estado que está dirigido por gente que considera enemogos a los que disienten. Es una excelente manera de ponerle un bozal de arepa a todo el país.

Como un reloj

La naturaleza siempre me ha impresionado. Ayer como todos los años en esta semana los apamates comenzaron a florecer regando su hermoso color lila por todos lados. No tengo una cámara ahora a mano pero en lo que pueda tomo algunas fotos.