martes, noviembre 21, 2006
Apenas ayer
Apenas Ayer es un libro con 20 años de fotografía de Luis F. Toro, editado por la Fundación Neumann. En el libro aparecen unas interesantes entrevistas realizadas por Clara Posani y donde hay una que me llamó la atención. Es la que le hace al fotográfo Don Pedro F. Mirabal y a Don Manuel Batista. Allí Don Pedro y Don Manuel dialogan evocando recuerdos remotos. Hay una parte donde la conversación va así:
Batista:
Ese Vargas era un hombre asesino, no crea.
Mirabal:
¿Quién?
Batista:
Ese Vargas.
Mirabal:
Como no, si él allá, en su casa, mató una vez a un peón.
Batista:
¿Un peón?
Mirabal:
Todos estaban acostados en sus chinchorros y llegó uno y se tiró un peo y dijo el peón: "No jué que se me salieron las alpargatas". Y él lo oyó. "¿Quién fue, quién es el de las alpargatas?, ¿Quién es?" Y como tenían miedo, uno le dijo: "Ese que está ahí, ese fue". ¡Pan!, y le dio un tiro y lo mató. Y allí en Calabozo, había un tal Tarazona, Vargas le había dicho que saqueara todo, pero que le respetaran la casa de los Viso, que eran familia de él. Le dio esa orden a Tarazona. Cuando estaban por acá saqueando, fueron casa de los Viso, cuando empezaron a saqueá el negocio de los Viso, vinieron a casa del doctor Vargas, eso era a dos cuadras. Salió ese hombre corriendo para allá, Vargas, y este hombre, Tarazona que era teniente, estaba montado en una mula, viendo el saqueo, y la cosa: "No te dije que respetaran esa casa", ¡pan! y lo mató. El era una varilla, mató a Tarazona. Yo conocí mucho al doctor Vargas y fuimos amigos.
Este episodio que cuenta Mirabal es de especial interés para mi. El doctor Vargas, el tuerto Vargas, era primo de mi bisabuela Abelarda, casada con mi bisabuelo Don Luis Viso Hurtado de Mendoza. Y mi padre tiene un recuerdo medio nebuloso que cuenta como a mi bisabuelo Don Luis ese día un disparo le dió en su pistola que cargaba al cinto, salvando así milagrosamente la vida.
Hoy entre recuerdos viejos rescaté esta fotografía. Es mi abuela Berta Viso Rodríguez, hija de Don Luis y Doña Abelarda. Aparenta unos quince años, así que debió ser entre 1915 y 1917. La fotografía todavía tiene el sello que lee "Fotografía Mirabal". Don Pedro la tomó en esos tiempos en que el tuerto Vargas hacía de general en nuestros llanos guariqueños.
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1 comentario:
Espero que estés planeando para el futuro un proyecto literario con esta saga familiar que nos estás pasando por entregas, porque la verdad es que es todo un bien cultural.
Muchos saludos.
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