El país del viaducto

La oposición, o lo que queda de ella, está brincando en una pata por esto del viaducto. Los progobierno dicen que ellos tienen algo de culpa pero no toda, que si los palos de agua, que dizque nadie podía saber.

Pero tengo la impresión de que la inmensa mayoría de los venezolanos estamos reflexionando un poco más allá de esta simple distribución de la culpa entre dos bandos.

Lo del viaducto es un problema de todos nosotros como país. Como lo es también lo de la ranchificación de los cerros que originó el deslizamiento de la ladera que está acabando con el viaducto. Y el hacer planes y no cumplirlos. O saber que el viaducto estaba sentenciado desde hace casi veinte años y no haber presupuestado nunca un viaducto nuevo. O el dejar todo para después y nunca pensar en el largo plazo sino solamente en aquellas cosas que nos den dividendos políticos ahora mismo.

Así que el viaducto no es un problema grave. El problema grave es cómo hacer que nosotros como sociedad podamos evitar cosas como esta. Como hacer que en lugar de ver a un ministro balbuceando planes de contingencia veamos obras de infraestructura bien mantenidas, problemas detectados y resueltos a tiempo. Y como hacer que la pobreza que origina el hacinamiento de viviendas en sitios inestables disminuya o se elimine del todo.

Y no me refiero a este gobierno que es transitorio como todos, me refiero a todos los gobiernos que hemos tenido y tendremos.